El componente tìpico de èste gènero mayormente televisivo toma de la realidad personajes y situaciones, y alimenta a la vez a ese pùblico que es parte importante de dichas sociedades.-
El porve vive instancias institucionales que lo marcaran de aqui en adelante, para bien o no; se mueven afiebradas las fichas (con nombre y apellido) conocidas de casi siempre mas algunas caras nuevas o casi ni eso; solo se conoce de nombres algunas de las personas que estàn en asamblea permanente.-
Pronto se inicia un nuevo torneo que lo contarà al porve entre los aspirantes a una vida mejor: arribar a la C de mano del ascenso tan mezquino desde 1998, fecha del ùltimo ascenso en un torneo oficial afista.-
Como culebròn que se precie no se escatiman ingredientes propios de tal gènero artìstico y entretenedor: amores recientes, desamores friamente montados y de resoluciòn explosiva; lucha por espacios de poder y denuncias de dineros malencaminados por doquier.- El amor/desamor es un condimento esencial en unos casos; en las tramas artìsticas son inevitables y se mimetizan en las vidas de los espectadores con notoria facilidad y beneplàcito; como sorpresa aparecen hoy en otros contextos con fuerza y vigor de pùberes imberbes; se mezclan con el poder como en todo guiòn no tan solo de culebrones de hoy sino en la literatura romàntica de siempre en toda latitud; el despecho es pariente obligado que no falta en las tramas màs actuales y menos en las clàsicas.-
Las tramas estàn desplegadas como redes, tan famosas hoy, los protagonistas se conocen nombres mas o menos, el desenlace de la trama serà obra del supremo guionista en esto menesteres: el destino.-mc
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