Cuando el tango a partir de los años 30 accede finalmente al favor de los sectores populares, y estos encontraron en el café-bar del barrio el sitio fundamental de sociabilidad y confluencia multietaria, cuando generaciones separadas por experiencias históricas disímeles confluyen en la predilección por el tango, allí los bares, por ésta y otras razones se multiplican en esquinas y barrios de la ciudad, acogiendo al vecino que ocupa horas después del trabajo en platicar con otros vecinos, más allá de las mujeres que quedan en casa, y en rondas de varones en esos café-bar prevalece el tango y su ideología (para bien o no) trasuntada en las letras del tango-canción; ya el tango a secas, dueño y señor del favor popular condensa en el sitio físico del café-bar los imperativos del "muchacho de barrio", que será descripto con esmero en numerosas obras.- No sólo el tango ocupará las horas de los muchachos en el café-bar, también otras actividades que requieren horas de "ejercicio" cada día y son las "pasiones del porteño" dando lugar a talentos específicos en cada ocasión y especialidad.-
El billar, los juegos de salón del bar, las disputas sobre espectáculos deportivos que irán constituyendo especialidades ( y especialistas, algunos transformados en protagonistas) con el papel clave de los medios sobre todo gráficos que ofrecen material diario y abundante con las ediciones matutinas, las dos vespertinas, la presencia masiva de aficionados en los estadios y sitios donde se desarrollan esos eventos, la radio, que se mete en las propias casas y es un fenómeno multiplicador de tendencias y gustos para los integrantes de una familia , en fín, nace la comunicación de masas, no abruptamente, pero si en un proceso rápido y directo, brindando conocimientos y afinidades que se expresará en disputas entre aquellos "muchachos del café" que ahora serán aficionados al fútbol, sus clubes y tradiciones, el box, el automovilismo deportivo, las carreras de caballos, el ciclismo, en otro orden, los sorteos de loterías nacional, provinciales y del Uruguay, las quinielas clandestinas y otras yerbas.- El billar es práctica directa en los mismos cafés, surgen torneo, presencia de afamados deportistas que brindan clases, hoy serían denominadas "clínicas".- A la par de mesas de billar, alguna de metegol, se alinean las mesas del café donde se juega al dominó, al ajedrez, damas, a las cartas en todas sus formas, y surgen los dados y cubiletes, el sonido de los cinco dados que sonoros y saltarines le agregan fondo al murmullo general sazonado con algunas palabras altisonantes que son la banda de sonido del café de la esquina; el humo del cigarrillo termina creando un ámbito único y multiplicado por cientos en la ciudad; evocado en numerosos tangos que es la otra banda de sonido ya con historias bellamente ornadas con una música definitiva, la del tango, por lo menos e éste escenario.-
En ese fragoroso proceso aparecen el cubilete y los dados en las mesas del café; animando noches rumorosas de sociabilidad creciente entre copas y timbas, apuestas o no, por el gusto, los porotitos y /o su equivalente, todo "regulado" (de alguna manera) por los famosos edictos policiales (que prohíben esos juegos justamente), celosamente visibles a la consideración del cliente o el forastero,y cuya lectura u omnipresencia el "patrón" del boliche reserva como argumento "en última instancia" ante desbordes de la ruidosa "muchachada".-
Cubilete y dados que tendrán su tango, un tango 100% dedicado al conjunto; tal vez el único tango que hace referencia por lo menos tan exhaustiva al conjunto y sus alternativas lúdicas.-
"Cero al as", tango de 1944, compuesto por Arturo Gallucci con letra de Francisco Bohigas (porteño, 1892-1966), comediógrafo y letrista de otros tangos.-
La letra describe una partida de dados jugando a la generala; el dicente narra conjuntamente la partida haciendo una analogía con una relación amorosa con una dama de "mirada de cielo"; le confía el "papel de anotaciones" y señala consecutivamente una "escalera de ilusiones" hacia "la altura de tu alma".- Continúa declamando " me embrujaste en la partida con el full de tu pasión".- No queda allí la analogía: "me embriagaste de embelesos/ y en el poker de tus besos/ se enredó mi corazón".-
No decae el encantamiento y en el epílogo de la partida remata la partida/enamoramiento con "Para gloria de mi gloria, de tu amor haciendo gala/ ,me brindaste el paraíso de adorarte más y más; / y tirando en favor mío le serviste generala/ a mi alma que en la vida, se encontraba cero al as".- Expresión ésta última que da nombre y sentido a la situación del protagonista, cuando define que estaba en cero o vacío, antesala de algo o simplemente uno, todo en la contabilidad del sufrido muchacho.- "Cero al as", también expresión muy popular en el habla coloquial porteño.- "Cero al as" es un buen tango sin duda, es excepcional en tanto pieza impar recreando una partida de dados, no es excepcional al acompañar una trama amorosa con una actividad lúdica como la mencionada, reiteramos, no excepcional en el concierto general de las letras de tango que han imbricado actividades diversas con historias de amor de pareja.- El turf y el tango dan sobradas muestras de dicha entente de logradas facturas, tema que ya hemos abordado en su momento.- Utilizar significados de una actividad, deportiva generalmente, trasladando esos significados a un ámbito relacional de pareja amorosa, y viceversa, yendo y viniendo en analógica concordancia.-
Fue grabado por varios binomios en diferentes épocas y observa la letra una excepción respecto a cierta mayoría de tangos en su conclusión; termina bien la historia, es una persona que es ganador en los dados y en la consecución de un amor, que no es poca cosa en el mundo de las letras de tango, tan criticado a veces por describir relaciones que terminan en fracasos.-mc
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